Neutralizar las cargas eléctricas superficiales de las partículas de cemento, evitando la formación de aglomerados, optimizando el funcionamiento de los separadores y obteniendo mas eficientemente la finura del cemento especificado.

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Aumentar la producción horaria debido a la reducción del tiempo de molienda, reduciendo los costos operativos por tonelada, logrando en el cemento una granulometría óptima, minimizando con ello la cantidad de partículas sobremolidas.

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Aumentar la capacidad autonivelante del cemento, minimizando los taponamientos al mejorar sus características de flujo y de manipulación, reduciendo con ello los costos de transportación empleando sistemas neumáticos.

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Reducir los riesgos de hidratación del cemento en el silo, sin efectos secundarios en los Tiempos de Fraguado, aumentando las Resistencias a Compresión ligeramente, aumentando con ello la calidad del cemento.

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Se cuentan con versiones aptas para molinos horizontales y molinos verticales, con diferentes adiciones de materiales cementicios suplementarios, como son la escoria de alto horno, puzolanas, cenizas volantes, calizas, microsílice, metacaolín, por mencionar lo más común.